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domingo, 1 de octubre de 2017

¿QUIÉN ERES?

Era la última semana del curso, aun así, May debía estudiar para los exámenes finales, cosa que no le resultaba nada fácil, pues hace más o menos unos 3 meses sus padres se divorciaron. Ella es mayor de edad, pero seguía viviendo con sus padres, hasta el momento en el que todo se volvió insoportable, habían continuas peleas, discusiones y decidió que ya era hora de independizarse, quitarse del medio ya que a su parecer, el problema principal era ella.

No sabía a donde ir así que llamó a su mejor amiga, Melisa, planearon el día de la mudanza y desde entonces viven juntas. Mientras ella trabaja, May se encarga de la casa y de los pequeños hijos perrunos de su amiga. Así es, va al instituto por la mañana y vuelve a casa. Por las noches estaba sola, ya que su amiga trabajaba hasta tarde, al menos tenía la compañía de esos dos perritos adorables.

Lunes por la mañana, primer día de la última semana de clase.


- ¡¡Apaga ese maldito despertador ya Maylen Jones!!-Gritó Meli desde la otra habitación-
- ¡¡Lo siento, no es mi culpa que tengas que trabajar hasta las tantas!!-contesté-
- Aggg! Déjame dormir...

Esto era así cada mañana ella se acostaba muy tarde, ya que trabaja de noche en un restaurante, así que a la hora que sonaba mi despertador prácticamente acababa de coger el sueño. Y sí, las paredes eran demasiado finas como para no escucharse la melodía a todo volumen de mi despertador. Este mes había escogido una cover que me gustó mucho de un chico llamado Andrew Jumps. Pero al parecer a Meli no le gusta... Solo acepta canciones que sean de Justino Biber o los que van en una dirección como se llamen... ¡Ah sí! los Uan Diresion.
Hoy tenía que darme prisa porque tenía examen de historia. Bajé a la cocina preparé mi desayuno como siempre y además el almuerzo. Siempre lo llevaba de casa porque me parecía más barato y sano si lo hacía yo.
Cuando llegué al instituto estaban cerrando la puerta de la entrada.
-Maldito conserje -susurré- Corrí hasta lograr llegar a la puerta, antes de que la cerrara del todo, pasando milagrosamente por una pequeña abertura que quedaba de la puerta.

Más tarde...

-Bueno chao, nos vemos mañana Lena - le dije a mi compañera- Es una buena persona, solo la conozco de tan solo unos meses pero me calló muy bien desde el momento en que vi cómo le callaba la boca al profesor de matemáticas. Si, un poco raro.

FLASHBACK

Entramos a clase con Leonard Steel nuestro profesor de matemáticas. Bastante viejo, muy estricto y cascarrabias. Nos pidió que nos sentáramos y repartió los exámenes corregidos. Excepto el mío.
- Señorita Jones, ya puede irse olvidando de su examen.
- ¿Qué?
- Que tiene un cero como una casa.
-¡¡Pero eso es imposible, al menos tendría que haber sacado un 4!!!
- ¡Eso le pasa por no estudiar y parece que le importa muy poco suspender mi asignatura!
- ¡PERDONA QUE LE DIGA PROFESOR, ELLA SE HA QUEDADO TODA LA NOCHE DESPIERTA ESTUDIANDO, MIRE SUS OJERAS ESO NO LO TENÍA AYER, ¡ASÍ QUE CIERRE ESA BOCAZA QUE TIENE Y RESPETE UN POCO! -Grita mi compañera desde el asiento justo a mi lado-
- Gracias -le susurro con la voz quebrada-
- Me llamo Lena, Lena Morris y ha sido un placer, ese profesor me tiene hasta donde no te imaginas- dice ella-
*río* - May, Maylen Jones - me presento-

Y así nos hicimos amigas, por un profesor injusto.

FIN DEL FLASHBACK

Cuando me despedí de Lena, fui corriendo a coger el autobús, hacía tanto calor que tan solo logré aguantar quieta los 15 minutos restantes de clase. Ahora me encuentro en el autobús, mirando mi teléfono móvil para entretenerme. Eran las 10:00 am, el bus iba al tope, nunca lo había cogido a esta hora porque estaba en clase.

Obvio Maylen, obvio.

- May, pero... ¿Qué haces aquí a estas horas? ¡Ya sé! Te han echado por partirle la cara a ese acosador de último año... ¿Verdad?
- Río ante su ocurrencia-No, pero no me des ideas porque ganas no me faltan. Estoy así por el maldito calor que hace y para más desgracia, el profesor de matemáticas ha vuelto a decirme que si no me interesa su asignatura ya puedo irme mentalizando que voy a repetir.
- ¡Oh, vamos! ¿Ese señor te tiene manía o que le pasa al viejo?... ESPERA, ¿Era viejo no?
- Si Meli, y arrugado como una pasa. - Digo poniendo los ojos en blanco-
- *ríe* Oh vale, pues entonces no le quedará mucho para jubilarse.
- ...O para recibir una patada en donde más les duele a los hombres -dije con rabia- Ese señor me tiene manía desde que entré a clase.
- Bueno, cambiando de tema ¿Hacemos algo hoy? Ya que llegaste temprano podríamos hacer tarde de chicas.
- ¿Hoy no entrabas a las 8 de la tarde?
- No, me dieron el día libre-dijo Meli saltando-
- Entonces... ¡VAMOS DE COMPRAS! -Grité-
-Vale, vale, pero cálmate o no te compro helado de pistacho.
- ¡NO, QUIERO MI HELADO! -Grité otra vez- Meli me miró con su cara de asesina- Vale, me calmo, pero quiero helado.

Llegamos al mejor centro comercial del mundo. Vale no, de mi zona, pero es el único cerca de casa y también porque tiene la única heladería cercana con helado de pistacho, es por eso que para mí es el mejor del mundo. Junto con Meli entramos en una tienda de música, obvio ella iba a buscar el disco nuevo de sus amantes ingleses. La seguí hasta el fondo de la tienda donde estaba la música pop. Habían muchísimos discos y me decanté por algo de Pop, un tal Alex Brook.
- Hola guapa, ¿Estás buscando algo en especial? -dijo una voz grave a mis espaldas.
- Si, digo... ¡no! * río* Al darme la vuelta vi a un chico que bueno... ¡ESTÁ TREMENDO! me quedé sin habla por unos minutos y supongo que tengo la cara roja como un tomate.
- ¿Hola? -dijo el chico agitando su mano delante de mis ojos-
- ¿Qué?, oh lo siento.
- No pasa nada chica, sé que estoy buenísimo.

Vaya prepotente, egocéntrico y.... ¿Qué más me quedará por descubrir de un chico?

Me dí la vuelta después de decirle secamente que no necesitaba su ayuda. Cojo a Meli del brazo y salgo apresuradamente de la tienda.
Esa noche mientras hacía la cena me llegó una notificación de Instagram. Alguien me había pedido seguirme, lo abrí, pero no tenía ni idea de quien era, al parecer era un cantante, pero vi que lo conocían alguna de mis amigas, así que dejé sin responder la solicitud y fui a hacer la cena. Mientras cenaba busqué su canal de YouTube, no cantaba mal y era de mi ciudad. ¿Pero por qué iba a querer seguirme? -pensé- Pura promoción, para darse a conocer y ya está.

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