Esta mañana me desperté sobresaltada, había tenido un sueño algo extraño, me senté en la cama, encendí la luz de mi mesa de noche y miré el reloj. Eran las once y media, me vestí, bajé a la cocina a por el desayuno y luego me dirigí hacia la terraza.
Estaba sentada en uno de los sillones, mirando el inmenso
jardín que había en la entrada de la casa, empecé a recordar aquellos años que
veníamos mis hermanos y yo de vacaciones, corríamos por toda la casa, nos
mojábamos unos a otros con la manguera...
Metida en mis propios pensamientos, me levanté y fui al
desván, hoy venían los del camión a llevarse algunas cosas que había dejado mi
tío tras su muerte, pero antes quería revisarlo todo por si aún quedaba algún
recuerdo importante. Llegué arriba. Entré. En ese momento recordé que nunca
había estado sola en ese lugar de la casa, siempre había subido acompañada de
mis hermanos, solíamos subir a jugar, el espacio era pequeño, pero siempre
buscábamos la manera de poder caber todos ahí dentro, a la hora de la merienda
mamá nos traía la comida y estábamos allí hasta la hora de cenar. En las tardes
de lluvia se podía estar tranquilamente jugando como cualquier día ya que
gracias a lo que yo llamaba "paredes falsas" desde dentro no se oían
las gotas de agua.
Me sentía observada por todos los armarios, cajas y libros.
Me encontraba en el suelo sentada en medio de todo aquello, mirando en todas
partes, encontré álbumes de fotografías de hace muchísimos años.
"Me encontré esto por casualidad, solo quiero
saber si es verdad y si tú lo sabías. Estaré toda la tarde esperando tu
llamada."
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