lunes, 17 de octubre de 2016

Vacío


Aún te paras a pensar en qué hubiera pasado si en vez de haber ocurrido aquello que tanto te dolió escuchar sobre de sus labios. Esa frase o acontecimiento de la que te diste cuenta, esa fecha señalada en el calendario como un día extraño.
Sentiste que tu cuerpo se dividía en dos, tus mayores pilares en la vida habían caído muy bajo y desde ese instante nada  volvió a ser como antes. Ni las miradas, ni los mensajes de texto, ni siquiera te daban ganas de contarles algo por mucho que estuvieras deseando que lo supieran y se alegraran por ti como antes lo hacían.
Ahora, mentalmente les lanzas insultos  si algo nuevo ocurre y afecta a tu entorno más cercano. Una constante lucha que no vale la pena tener, pero que te destroza el alma cada vez que piensas en ello. Aún así, queda esa esperanza de que todo vuelva a la normalidad, por muy remota que sea esa posibilidad lo sigues pensando y deseando cada día.
Sin embargo la vida da muchas vueltas y de la noche a la mañana puede llegar alguien que conquiste cada uno de esos lugares  y vuelvas a tener esa sensación de fuerza, valentía y seguridad dentro de ti. Aunque sean muchos huecos los que estén vacíos, hay veces que con una sola persona te basta para llenarlos por completo.

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